EZEKIEL: Resulta que cuando llegué aquí una amiga me preguntó, “¿por qué no vas a hacer performance?” y me lo presentó como una solución al no poder conseguir trabajo. Y dije, “vamos a ver que se puede hacer…” Realmente, esa performance fue bien básica, o sea, muy básica desde la práctica. Lo que yo tenía que hacer corporalmente era lograr que mi cuerpo pudiera verse masculino y femenino a la vez. Me refiero a lucir posturas que me hicieran ver más masculino y más femenina y que esa magia producida por las transiciones entre posturas cambiara la forma en la que el público me pudiera concebir. Ese es el acto performativo, pero es muy interesante que eso era lo que yo quería hacer y no resultó para nada así. La performance se fue por otra vía (se ríe).

ZIRA: ¿Lo que nos acabas de mencionar es a lo que te referías cuando escribes en el copy de tu publicación en Instagram, “Cuando miro atrás pienso: La esperanza y la ingenuidad son una mezcla peligrosa, pero también poderosa.”?

EZEKIEL: Sí, lo son. Porqué de no ser por mi ingenuidad de pensar que todo iba a estar bien, que además es un sentimiento esperanzador y muy loco, ya que son dos cosas a la vez. Mi esperanza era llegar aquí y todo va a mejorar. O sea, yo me voy de Venezuela y todo va a mejorar. No sé cómo, pero sé que todo va a mejorar. Y luego ingenuo porqué yo no sabía lo complicado que era conseguir en un país trabajo sin tener papeles. Toda mi vida había tenido papeles y nunca había tenido que presentarlos. Entonces para mí tener un papel para poder trabajar me pareció super loco. Era como que, “¿a qué coñ* se refiere la gente cuando dice que no tengo los papeles?” Entonces, por medio de eso es que llego a donde estoy. Por ser ingenuo y tener esperanza. Y luego peligroso porqué de no haber sido por la creatividad o la capacidad que puede tener el cuerpo en una situación de necesidad… Hay un dicho en Venezuela que dice: “el hambre tiene cara de perro”. Básicamente, tú te atreves en ese momento a hacer lo que sea que tengas que hacer y a mi entender eso significaba que iba a tener que limpiar baños o suelos, que por supuesto es un trabajo de mucha honra, pero es un trabajo en donde las personas son maltratadas por temas de capitalismo, etc. Yo pensé que eso era mi “sea lo que tenga que hacer”, pero en verdad lo que tenía que hacer estaba relacionado con mi capacidad de hacer lo hago en cualquier otra situación que no fuese el marco expositivo. Ese fue mi reto de “hacer lo que tenga que hacer”.

LAURENT: En tu trabajo pruebas mucho con lo que las personas pueden interpretar como fealdad y/o monstruosidad y lo empleas con materiales que sugieren suciedad como el barro y la harina. Háblanos sobre eso, sobre el porqué trabajas la monstruosidad. ¿Qué es lo que te atrae?

ZIRA: ¿Qué es lo que nos quieres comunicar?  

EZEKIEL: Bueno, yo siento que en la búsqueda de la monstruosidad o en su representación hay un gran poder. Yo siento que realmente cuando me convierto en un monstruo todxs me temen. ¿Sabes? Y ese temor es solamente un factor que entra en juego para entender la performance, porqué desde donde yo me imagino que sale todo lo que hago es de otro espacio. No me refiero a un espacio metafísico ni siquiera, sino que viene de otro lugar. Yo comencé a ser artista en los peores momentos de mi adolescencia. Entonces siento que hoy en día no tengo nada de eso a mi alrededor, pero en realidad disfruto mucho ese lugar como fuente de inspiración artística. El odio, la ira, el miedo que puedo sentir y todo esto de transformarme en un monstruo y de querer asustar como primera parte para entender el performance, viene de mi propia experiencia de estar expuesto y sufrir miedo ante otras personas y que el performance o mi actitud realmente de monstruo, el hacer sonidos, el babear, el morderme, que son cosas que generalmente asociamos regularmente a criaturas que dan miedo (demonio de tazmania, criaturas mitológicas). Toda esa acción de locura como muy frenética me defiende y crea en el performance un una distancia y esa distancia entre el espectador y yo me parece necesaria para poder esclarecer lo que yo voy a decir. Yo no hablo de ser un monstruo, yo me presento como un monstruo. Lo que sea que tenga que decir te lo voy a decir desde un estado de monstruosidad, pero no tiene nada que ver con ser un monstruo lo que intento comunicar.

LAURENT: He visto que hay material que a veces te cubre los ojos. ¿Logras ver cómo reacciona el público o les puedes escuchar?

EZEKIEL: Los performances son bastante meditativos, así que no logro enterarme del todo lo que está pasando a mi alrededor, pero admito que cuando regularmente exploro cosas es más un showcase. Me refiero a que es una exposición de como el monstruo se mueve. A veces es solo eso. Yo comencé a hacer lo de la monstruosidad sin nada, sin absolutamente nada, desnudo, sin cejas, sin pelo, lleno de aceite y era simplemente hacer sonidos. Pero cuando comencé a ponerme materiales me di cuenta que gracias a la adrenalina podía hacer cosas más impresionantes con mi cuerpo y eso también me parecía digno de estudio porqué ya me daba cuenta que mientras más gritaba, más me golpeaba y mientras más aire me faltaba, por eso también me ahorco muchísimo durante la performance, mi cuerpo comienza a reaccionar diferente. Entonces ya puedo mantener la respiración durante más tiempo, puedo doblarme mucho más y es como si el monstruo comenzase cada vez más a mutar dentro de mí y la gente genuinamente queda muy impactada. He recibido comentarios como: “qué mal rollo”, “lo que haces es horrible”, “no deberías volverlo a hacer”. Sin embargo, también me han dicho que se detuvieron a ver lo que estaba pasando. Hubo una vez que una chica me comentó que mi performance la había hecho contener la respiración y se dio cuenta cuando llevaba como 10 minutos viendo el performance y no estaba respirando correctamente. Me dijo que estaba conteniendo la respiración porqué genuinamente estaba impactada y eso visceral me parece muy hermoso, ya que también juego mucho con la forma en que se vería a la muerte. Me gusta mucho esa imagen. La muerte tiene que ver con descomposición, entonces yo el monstruo que presento, no lo presento con tres cabezas, ni con cuatro brazos, lo presento simplemente en estado de descomposición. Como una criatura bastante humana, pero que está en proceso de descomposición. Esas son características muy estéticas del performance, pero se abunda más en temas como la invocación y el género y son temas que me gusta mucho explorar.      

LAURENT: ¿Y cómo conectas todo esto con el género y la sexualidad?

EZEKIEL: Antes lo hacía previo a presentarme, pero aprendí que era más político para mí comenzar y presentarme con pene y luego clausurarlo entre las piernas y de esta forma todo el movimiento ocurre con el pene entre las piernas. Entonces esa es la primera declaración de intención en todos mis performances. Que no hay un hombre allí o no hay una persona con pene. Porqué realmente el pene humaniza demasiado o lxs genitales en general y esto es una discusión tan potente hoy en día. Genuinamente yo nunca me he sentido hombre, pero tampoco me he sentido mujer y eso se debe a que siempre estoy en transición y soy muy fluido con todo. Mi sentir es que cuando hago performance lo que sea que es la criatura que trato de traer a la vida no tiene pene. Por eso decido bloquearlo en vivo. Yo mismo clausuro esto que tú asumes que es parte de mi identidad y ahí es donde conecto el género. La sexualidad no, porqué yo siento que mi monstruo es completamente sexoso, jajaj. Pero definitivamente el género está muchas veces asociado a lxs genitales y por eso lo clausuro.