Thaylor Lubanzadio Aldama

“Dado que somos un referente para una parte de la población, hagamos que la ciudadanía se sienta orgullosa de nosotros”

Entrevista realizada por Lucia Mbomio. fotografía Laurent Leger Adame.

Thaylor Lubanzadio Aldama es un jugador de fútbol afrodescendiente nacido en Bilbao, su padre es angoleño y su madre vasca, de Álava. En su autodescripción, le gusta añadir que tiene dos hermanos menores a los que adora y eso es hermoso. La primera vez que oí hablar de Thaylor fue porque, tras quejarse por haber recibido insultos racistas en el campo, el árbitro le sancionó a él. La decisión del colegiado fue tan injusta que salió en un montón de periódicos. Este afrobilbaíno habló de racismo en una época en la que los insultos racistas se consideraban un lance inofensivo más del juego y solo unas cuantas voces se elevaban para denunciar una lacra de la que el deporte no se libraba (ni se libra). Su determinación me llamó la atención y ese fue el punto de partida para querer saber más de él. En esta pieza para Melancolie, que es más conversación que entrevista, hablamos de salud mental, referentes, disidencia sexual, identidad y , sí, también de fútbol.

Eres futbolista profesional y eso, a priori, suena muy bien, pero imagino que tendrá sus contras.

Sí, era mi sueño de infancia y estoy orgulloso y feliz de poder dedicarme a ello, de manera profesional, desde los diecisiete años. Con todo, por supuesto que tiene sus contras, no siempre es fácil estar lejos de la familia, amigos y pareja, ahora bien, me encanta lo que hago. 

Dado que has citado a tu familia, ¿qué ha implicado para tus seres queridos que tú le dedicaras al fútbol tantas horas desde pequeño?

Un esfuerzo tremendo en términos económicos y de tiempo. A mi madre le ha tocado madrugar para hacer desplazamientos largos con el fin de llevarme a la otra punta de Bizkaia porque tenía ahí partido y, por si eso no fuera suficiente, ha tenido que comprarme un material deportivo caro que, al haber adquirido para mí, no ha podido dar a mis hermanos. De modo que el sacrificio no sólo ha sido grande para ella que, además de lo anterior ha sido quien me ha animado cuando no he jugado tan bien como me hubiera gustado, sino también para mis hermanos. Siempre les estaré agradecido.

¿Y para ti qué ha supuesto ser profesional desde los 17? ¿No ha habido momentos en los que se te ha subido a la cabeza?

¡Claro! Siendo un chaval he visto cosas y he tenido experiencias que la gente de mi edad ni veía ni tenía. Es más, quizá, si me hubieras entrevistado hace años, me hubieras hecho la cruz porque yo he sido el prototipo de futbolista engreído y chulo que muchas personas tienen en la cabeza. Por suerte, me di cuenta de que no debía ser así gracias a mi entorno, que me puso los pies en la tierra. No obstante, reconozco que no es fácil salir de ahí cuando eres joven, tienes prácticamente de todo y hay personas mucho mayores que tú que te admiran. Abandonar esos planteamientos resulta fundamental para adquirir la humildad necesaria como para desarrollar una conciencia social más sólida y que esta, a su vez, se traduzca en que los futbolistas nos involucremos en la sociedad y echemos una mano. Dado que somos un referente para una parte de la población, hagamos que la ciudadanía se sienta orgullosa de nosotros. En ese sentido, echo en falta que seamos más activistas que nos mojemos más.

¿Tipo Lilian Thuram , el exjugador francés del Barça? Es un activista antirracista incansable e incluso ha escrito un par de libros sobre el tema, “Mis estrellas negras” y “El pensamiento blanco”.

Eso es. Escucharle da gusto. Pero no siempre es fácil encontrar perfiles así en el fútbol, pasa también con los cantantes. Pienso, por ejemplo, en algunos de los ídolos de la música africana que se pasan el día presumiendo en redes sociales de lo que tienen cuando buena parte de sus fans viven con lo mínimo.

Volviendo a lo de ser profesional desde tan jovencito, ¿sientes que te has perdido muchas cosas?

¡Claro! A veces, eso me ha tocado la moral, pero era el peaje que tenía que pagar si quería dedicarme a lo que más me gusta, el fútbol.

Se está tocando mucho el tema de la salud mental en el ámbito del deporte. Es un asunto que antes parecía tabú, sin embargo, da la impresión de que eso está cambiando, prueba de ello son los testimonios de Simon Biles o Naomi Osaka, quienes hablaron públicamente de la ansiedad. ¿Cómo se está viviendo esa transformación desde dentro?

Es muy importante que se hable para que podamos cuidar ese aspecto de nuestra salud también. En mi caso, caí en la cuenta de que no estaba bien a raíz de tener un ataque de pánico. A partir de ahí, fui consciente de un montón de cosas que no era capaz de interpretar o leer. Lxs deportistas profesionales, desde jóvenes, soportamos una presión añadida dado que tenemos que hacer bien las cosas y satisfacer a mucha gente. Yo, tan pronto como me he dado cuenta de eso, he ido tomando más precauciones con el fin de autocuidarme. Por ejemplo, cuando acaba un partido, procuro no rayarme ni pagarlo con las personas de mi alrededor. Es verdad que a veces no me apetece hablar con nadie, pero bueno, lo estoy trabajando. Luego hay otro tema, que es la responsabilidad familiar que se deriva de ganar dinero desde joven y la presión que eso supone.

¿Crees que, poco a poco, se está empezando a pensar más en la persona y no únicamente en su rendimiento?

En el fútbol yo diría que sí, poco a poco. Puede que esa sea la razón por la que muchos jugadores están hablando de salud mental a través de distintas plataformas. Es genial que jugadores como Borja Iglesias estén aprovechando la atención que generan para decir que van a terapia. Su experiencia puede resultar muy útil para otras personas. Sea como fuere y a pesar de los avances innegables, creo que el tema de gestionar y expresar emociones todavía nos resulta muy difícil …

Además de contar cómo se sienten, me da la impresión de que lxs deportistas también están posicionándose más ante los temas de actualidad. Antes parecía que no podían tener opinión salvo para hablar de deporte, ¿cómo ves este cambio de tendencia?

Me parece genial, yo también soy de mojarme. Tenemos casos como el de Héctor Bellerín o Borja Iglesias que hablaron sobre el último mundial. Piqué, por su parte, lleva años diciendo lo que piensa aunque haya generado polémica… Considero que, si todo el mundo expresa su opinión a través de las redes sociales, lxs deportistas tendrían que poder hacerlo sin que se viera como algo extraño. A mí me gusta debatir, me sirve para que me corrijan y aprender de otras opiniones.

Yo te recuerdo, de hecho, hablando sobre racismo. Fue así como te conocí, en una época, además, en la que en el fútbol los insultos racistas estaban mucho más normalizados que ahora.

Sí, fue en 2017, a raíz de que me sancionaran por denunciar que había sido víctima de racismo. Salió en varios medios de comunicación.

¿Qué pasó exactamente?

Que un jugador del equipo contrario me dijo “yo soy más que tú, negro de mierda, aquí no eres nadie”. Mi enfado me hizo recriminárselo al árbitro, que ignoró mis quejas. Al terminar el partido, fui a increpar de nuevo al colegiado y le culpé de no haber parado el partido ni amonestar al jugador que me había insultado. Él me comentó que no era para tanto y eso provocó que me enfadara más. Finalmente, acabaron entrando la policía nacional y la guardia civil y el árbitro puso en el acta que yo le había intentado agredir verbal y físicamente. Terminé llorando de la rabia y con una sanción que me impidió jugar durante cinco semanas. Con todo, debo reconocer que recibí apoyo por parte de muchísima gente: por supuesto, mi familia y mis amistades, pero también políticos vascos, cantantes, actores , activistas como Moha Gerehou o como tú. Me vino muy bien sentirme tan arropado.

Y fíjate si las cosas han ido cambiando, aunque sea despacito, que ahora irá a juicio el aficionado del Espanyol que profirió insultos racistas contra Iñaki Williams en 2020. Será la primera causa penal por algo así en España.

Así es. Si le declaran culpable, podría ser un punto de inflexión para quienes van a los campos a insultar. Lo que está pasando es una buena noticia, pero no significa que el racismo en el fútbol haya acabado. Después de mi caso, me acuerdo de un par más en Euskadi y hace no mucho, Samuel Umtiti se fue llorando del campo por los insultos de la hinchada ultraderechista de la Lazio.

Es que esa hinchada…

Ya, siempre ha sido así, pero no tendría que permitirse, deberían tomarse medidas para desactivar a los ultras de ese equipo y de cualquier otro porque sobran. La celebración de un partido nunca debería ser sinónimo de peligrosidad.

Hemos hablado de racismo, pero hay más sistemas de opresión que deben tenerse en cuenta. Con motivo del último mundial se ha hablado un montón de la homofobia del país que fue sede del evento y de cómo para la FIFA o la UEFA eso no fue un problema.

Pues sí, la verdad es que creo que fue una equivocación por parte de la FIFA y de la UEFA organizar el mundial ahí por el tema de la privación de derechos de las mujeres, de las personas homosexuales y de otros colectivos, como la gente migrante. No obstante, quiero pensar que quizá sirvió para que buena parte del planeta supiera lo que sucede ahí y para que los dirigentes cataríes sintieran vergüenza por su manera de legislar y de proceder.

Pero… más allá de Catar, entiendo que la homofobia es una de las asignaturas pendientes del fútbol. Son muy pocos los futbolistas profesionales hombres que han salido del armario y seguro que hay.

Por supuesto que tiene que haber, lo que pasa es que también existe un miedo a decirlo porque el fútbol ha sido siempre de “machirulos”. Es una pena, en el año en el que estamos debería ser lo más normal del mundo decirlo sin que acarreara consecuencias negativas para el jugador.

Vamos, que aún queda mucho por hacer también aquí. En ese sentido, una de las críticas que se ha hecho a quienes se han metido con Catar por la violación de DDHH es que solo se ve la paja en el ojo ajeno, en los países no occidentales. Por ejemplo, con el mundial de Francia 98, una nación con una historia y un presente de colonización y neocolonialización atroces, no recuerdo que nadie cuestionara su política exterior ni sus desmanes constantes. Pero no solo eso, es que cuando se trata de países del Sur Global, se ha llegado hasta a poner en duda la capacidad de organizar un evento de esa magnitud. Pienso en la Copa del mundo en Sudáfrica y en cómo las noticias se centraban en los robos a periodistas o en el supuesto peligro que correrían los hinchas que quisieran ir ahí.

¡Exacto! También se dijo con Brasil. Las imágenes que salían eran de personas robando móviles o bolsos. Cuando los torneos se celebran en Europa, la información que se difunde es bien diferente.

Continuando con el último mundial, a mucha gente le ha llamado la atención que la selección francesa cuente con tantos jugadores negros.

Sí, es más, el hecho de que en Francia se vea a pocos jugadores blancos les duele. A mí me parece una tontería porque son franceses. No entiendo por qué se cuestiona de dónde son Pogba o Dembele pero no Hugo Llorís, que es catalán.

Y tú, cómo afrodescendiente, ¿cómo ves esa selección francesa?

A mí me encanta. El problema lo tienen quienes no pueden entender que las personas no blancas podamos ser también de aquí.

Por cierto, ya era hora de que la selección española se pareciera un poco a la sociedad española.

Tal cual, ya era hora de que hubiera un reflejo de la ciudadanía diversa que habita este país. Hasta ahora, salvo por Senna, Engonga o Catanha, no ha habido muchos jugadores negros en la selección. Actualmente, están Balde , Fati , Williams… y está bien. Aunque puede que a unos pocos, que todavía no asumen que estamos aquí y somos parte de esto, les duela.

Y luego está la otra cara de la moneda, los nacidos aquí que se van a jugar con la selección de sus padres, como Achraf Hakimi.

Exacto, él es de Getafe y ha decidido jugar con Marruecos por lo que siente y a un montón de españoles les ha parecido fatal. Sin embargo, si jugara con España, también habría gente que se quejaría porque no  entendería ”qué hace un moro jugando con la roja”.

Quizá, habría que preguntarse por qué hay gente nacida en España que se siente más del país de sus padres que del lugar en el que ha nacido, ¿no?

Totalmente. Yo todavía me sigo preguntando por qué yo, con un entorno blanco y español, me siento más de Angola. Es que me gusta más la música, la cultura y no sé, quiero estar ahí… Soy consciente de que, en parte, eso tiene que ver con el rechazo que he sentido aquí por mi color de piel.

¿Si te llamaran, entonces, de Angola para jugar con la selección, irías de cabeza?

Sí, de cabeza, pero también te digo que aún no he ido a África a ver de dónde viene mi padre, de dónde vengo yo. Pese a que no encuentro el momento , tengo muchas ganas de ir.

Hablando de gente originaria de África, acaba de morir Pelé, el brasileño ha sido una de las grandes estrellas del fútbol de todos los tiempos, ¿qué ha supuesto para ti y cuáles han sido tus referentes en el fútbol?

Pelé era el rey del fútbol, por eso su muerte nos ha afectado a todxs. Le ha dado mucho al fútbol y sus aportaciones fuera del campo también han sido mayúsculas. He escuchado algunas declaraciones suyas acerca del racismo y la pobreza en Brasil y me da la sensación de que ha sido una persona que ha intentado hacer cosas en pro de la gente vulnerable. Y en cuanto a mis referentes en el fútbol, casualmente (o no), han sido siempre negros. En los que más me he fijado han sido Eto’o y Henry.

Pero Eto’o, como hombre, no ha hecho las cosas demasiado bien…

Tal cual. Futbolísticamente ha sido buenísimo, como persona ha dejado mucho que desear por no haber reconocido a la hija que tiene en Madrid.

Te voy a hacer una pregunta inevitable para cerrar: la vida activa de los futbolistas es relativamente corta, ¿cómo se lleva eso y cuáles son tus planes de futuro?

Al principio te da ansiedad y, a medida que vas cumpliendo años, esa ansiedad crece. Por suerte, las cosas han cambiado. Antes los futbolistas se retiraban a edades más tempranas pero ahora los cuidados son mayores con el objetivo de que el cuerpo aguante. Yo estoy tranquilo, físicamente me encuentro bien.

Cuando me toque despedirme del fútbol me gustaría seguir vinculado a él, quizá en el ámbito de la dirección deportiva o como agente de deportistas

Thaylor.